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A unos 100 kilómetros al sureste de Cusco, Perú, existe un arcoíris hecho montaña.
Se trata de la montaña de los Siete Colores, también conocida como Vinicunca o Arcoíris.
El monte se encuentra en la Cordillera del Vilcanota a 5.200 metros sobre el nivel del mar, en el distrito de Pitumarca.
Sus laderas y cumbres están teñidas por unas franjas de intensos tonos de fucsia, turquesa, lavanda y dorado.
El espectáculo visual que ofrece Vinicunca atrae visitantes desde inicios de 2016, según le dijo Haydee Pacheco, funcionaria de turismo de la Municipalidad de Pitumarca, a BBC Mundo.
El aspecto de arcoíris de Vinicunca se debe a “una compleja historia geológica de sedimentos marinos, lacustres y fluviales”, según un informe de la Oficina de Paisaje Cultural de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco.
Estos sedimentos, transportados por el agua que antes cubría la zona, datan de entre los periodos terciario y cuaternario, es decir, de hace unos 65 a dos millones de años.
A lo largo del tiempo, los sedimentos fueron formando capas (con distintos tamaños de granos) que hoy se ven como las franjas que tanto atraen a los turistas.
El movimiento de las placas tectónicas del área elevó estos sedimentos hasta que se convirtieron en montañas.
Luego fueron adquiriendo sus colores llamativos a causa a la oxidación de sus minerales, ejercida por la humedad de la zona, y a la erosión de los mismos, le explica a BBC Mundo César Muñoz, miembro de la Sociedad Geológica del Perú (SGP).
Muñoz y el estudio de la Oficina de Paisaje Cultural detallan la composición de cada franja de acuerdo a su color.
Fabián Drenkhan, investigador del Instituto de Ciencias de la Naturaleza de la Pontificia Universidad Católica del Perú, le señaló a BBC Mundo que estas mezclas también contienen óxidos de hierro, que suelen ser de color rojizo. (Fuente: BBC Mundo)